En los procesos de granallado y chorreado profesional, la correcta selección de los tipos de abrasivos no solo determina la calidad del acabado, sino también la eficiencia operativa, el consumo del equipo y la vida útil de la maquinaria.

Lejos de ser una decisión secundaria, elegir el abrasivo adecuado es una variable estratégica que impacta directamente en los tiempos de trabajo, la homogeneidad superficial y el coste global del proceso.

Tipos de abrasivos según su naturaleza

Abrasivos naturales
Incluyen materiales como la arena silícea, granates naturales o piedra pómez. Su uso se ha reducido progresivamente en entornos industriales exigentes debido a la menor uniformidad de grano y a la dificultad de control sobre el desgaste y la agresividad del impacto. Aun así, siguen empleándose en aplicaciones donde se busca una acción menos agresiva o en trabajos de limpieza superficial ligera.

Abrasivos sintéticos
Fabricados bajo estrictos controles técnicos, estos abrasivos garantizan estabilidad dimensional, dureza controlada y comportamiento predecible en cada ciclo de trabajo. Son los más utilizados en procesos profesionales de chorreado, especialmente en entornos donde se exige precisión y repetibilidad. Entre los más habituales se encuentran el corindón, el carburo de silicio, microesferas de vidrio, granalla metálica o escoria de cobre.

Existen muchas más diferencias entre los sintéticos naturales y sintéticos.

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Cómo elegir el abrasivo según el material a tratar

La elección del abrasivo debe partir siempre del análisis del sustrato sobre el que se va a trabajar y del estado inicial de la superficie:

  • Aceros estructurales y piezas oxidadas: requieren abrasivos de alta dureza y poder de corte para eliminar corrosión y cascarilla sin comprometer la integridad del material.

  • Aluminio y metales blandos: conviene optar por abrasivos controlados que eviten deformaciones o excesiva rugosidad.

  • Superficies delicadas o componentes de precisión: se priorizan abrasivos de impacto suave que permitan limpieza sin alteración dimensional.

  • Piezas destinadas a recubrimientos técnicos: el abrasivo debe generar un perfil de rugosidad óptimo que favorezca la adherencia posterior.

La importancia del asesoramiento técnico especializado

Trabajar con los tipos de abrasivos adecuados no solo mejora el resultado, sino que reduce desviaciones, reprocesos y desgaste innecesario de boquillas, mangueras y sistemas de aspiración.

Contar con GranallaTécnic es  contar con un proveedor especializado que, además de suministrar abrasivos, asesore en la elección técnica según aplicación, entorno y maquinaria instalada, marca la diferencia en términos de productividad y control de calidad. La experiencia en el tratamiento de superficies nos permite optimizar cada proceso de forma precisa y sostenible.

Invertir en la selección correcta del abrasivo es, en definitiva, apostar por un proceso más rentable, más estable y alineado con los estándares industriales más exigentes.
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